lunes, 5 de febrero de 2018

N.


A ti, el de los ojos medio Soles.
Tú que esperas leerme y presionas para hacerlo.
Gracias a ti por todo aquello a lo que no se les suele dar.
Te agradezco los despertares en los que duele abrir la mirada al mundo
o
tu mano agarrando la mía en las posiciones que me resultan más cómodas
y
que tus caricias se fundan con mis ganas por darte un beso.
Gracias por los domingos donde la pizza es nuestro mejor amigo,
los ratos en los que te hablo dormida y tú,
ríes
porque te gusta reír, porque,
BRAVO por hacerlo. 
Me das aire.


Te debo trescientas noches calmada y otras tantas siendo una revolucionaria.
Salir de una sala de cine a tu lado y meternos de lleno en la historia que acabamos de ver.
Cantarle al mundo que se vaya a la mierda pero que nos mantenga un poquito más en ella.
Ganarme un sueldo como ayudante de la RAE gracias a ti.
Una mirada al pasado. Al punto donde nos conocimos. 
Gracias por secar las pocas lágrimas con soplidos,
da gusto llorar.

Y yo, que no te tengo delante pero sí presente, 
te agradezco las margaritas en primavera y el verano que aún no nos ha tocado los pies. 

A ti. Por ser como te nace ser y compartirlo conmigo. 

"Nos vemos en Grecia" como imperativo de un te quiero