domingo, 21 de octubre de 2012

Si fuera lo último que pensase

http://www.youtube.com/watch?v=VTIN80XGICA&feature=related

Puede que los momentos más bonitos de una vida se midan por los instantes sin importancia.
Como observar el movimiento de una cortina blanca untando de tenues sombras tu cuerpo en la cama.
Como la sobriedad que me transmite el sonido del viento cuando me asomo al mundo.
Como una mirada cautiva entre una multitud de almas.
Como una mano fría rozando mi pierna una tarde de verano.
Como la magdalena vergonzosa y solitaria que nos pide a ti y a mí que la comamos alguna mañana.
Como la cucharada de una sonrisa en un momento sin conversación entre dos bocas.
Como una melodía que te acompañará toda la vida por ser la que un día te abrió el corazón para atreverse a vivir en él.
Como los ojos que se cierran en las noches de diálogos largos compartiendo sábanas.
Como el beso de buenos días de una madre a su hijo. Cargando en la espalda todo su significado.
Como un recuerdo vivo que te cosquillea el cuello, dibujante de minutos dulces.
Como quitarme la ropa sin dejar de clavarme sus ojos en mi rostro. Atentos y sabios del futuro.
Como alimentarme de cenas llenas de cigarros y copas brillantes de granate vino.
Como una calle repleta de aromas llenos de vidas que conocemos.
Como la hora que cada día te aprecia más, hasta llegar a echarte de menos.
Como los diminutos gestos que conoces de su cara, y que desnudan todo su mundo lentamente.
Como recibir una caricia en la espalda sin previo aviso.
Como soñar con algo espléndido y despertar sintiendo que aún está latente.
Como abrazar a un desconocido y saberte como su futura pieza fundamental.
Como la risa de un bebé, pensándolo como atronador, y sintiéndolo precioso.

Como el hueco de un sonido incrustado en el pecho desde hace años, y la ocupación que llega a tener el tono al oírlo de nuevo.

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