Recorrernos pausadamente.
Oliendo la sal de un mar que hoy no probará la dulzura de tu cuerpo.
Salta, que viene una ola.
Corre, espanta a las gaviotas.
Besa mi recuerdo, mi vestido claro, con detalles que hacen salivar tu boca.
Piénsame un ratito.
Hasta que las horas muertas resuciten.
Y olvídame cuando llegues a las rocas.
Cuando el camino de la playa te haya maltratado en este amanecer frío, semejándolo al de mis manos en diciembre. Tenme en cuenta cuando salga el Sol, porque sabrás que estaré esperando ahí donde se esconden los arcoiris.
Si sientes impotencia, llórame. Llórame este mar que tienes delante. Sube la marea. Intenta no ahogarte. Estaré detrás de este fuego que te consume.
Sin hogueras que valgan, no hay quema alguna que me haga desaparecer.
Estaré aquí.
Estaré aquí.
Y ahí estaré.
Tan efímera.
Mejora tu arte poética.
ResponderEliminarBrutal, sigue así.